Crónica de un viaje a Londres

Hola a todos, esta crónica llega con bastante retraso. En julio, Eleidhunita se fue a Londres y pasó dos semanas emocionantes.
Por eso, y porque se trata de Londres y no de cualquier otra ciudad, hemos decidido publicar esta crónica de mis dos semanas allí, llenas de paseos por la ciudad, parques, libros, musicales y otras cosas.

Llegué a Londres el 4 de julio por la tarde.

Al día siguiente, mi compañera de viaje y yo quedamos con una amiga suya y, en una tarde, nos llevó a ver lo que todo turista no debe perderse: Oxford Street, Hyde Park, Green Park, St James Park, Buckingham Palace, Trafalgar Square, el Big Ben y el Parlamento, la Abadía de Westminster, el Támesis...  Así que no es raro que, al llegar a casa con los pies destrozados, decidiéramos que el viernes queríamos hacer cualquier cosa menos volver a Londres.

Sin embargo, acabamos volviendo y fuimos al British Museum y, por ridículo que suene, nos perdimos un poco intentando llegar a Covent Garden. Pero lo conseguimos y encontramos una tienda genial: David and Goliath.

El sábado 7 por la mañana, fuimos a Portobello y, por la tarde, por fin llegó el momento de ver el musical de Wicked. Era la segunda vez que lo iba a ver y tenía muchísimas ganas. El musical fue una pasada. Sin duda lo recomiendo.


El domingo 8 visitamos Harrods, tienda que no me gustó demasiado, y fuimos paseando hasta Piccadilly Circus.

El lunes 9 le tocó el turno a la National Gallery, en Trafalgar Square.
Después de haber estado estudiando Historia del Arte durante el curso, tenía mucho interés en ir. Es tan enorme y hay tanto por ver que cuesta quedarse quieta mirando un cuadro. Yo iba de un lado a otro sin parar, mareando a mi compañera. Como no podía hacer fotos, me dediqué a apuntar los nombres de los pintores que me gustaban. Mis cuadros favoritos fueron los del Romanticismo inglés.


Luego, fuimos en busca del M&M's World, en Leicester Square. Parece mentira que, con lo grande que es y con lo bien situada que está, cueste encontrarla. El caso es que esa tienda debería ser una visita obligada, no solo para los amantes del chocolate, sino para todo el mundo. ¡Cuatro pisos llenos de cosas de M&M's! ¡Y uno de ellos solo para la ropa! Vamos, que esa tienda es una pasada y, si vais a Londres, no os la podéis perder.

El  martes 10 fuimos a Bath, una ciudad a una hora y media de Londres en tren, declarada Patrimonio de la Humanidad y conocida principalmente por sus termas romanas y por ser el lugar en el que vivió la famosa escritora Jane Austen. Me habría gustado estar más tiempo porque es una ciudad preciosa y hay bastantes cosas para ver, pero disfruté mucho ese día. No sabría decir qué me gustó más... The Jane Austen Centre es bonito y muy interesante (y tiene una tienda en la que es imposible no comprar), la abadía de Bath, de estilo gótico tiene unas vidrieras y unas bóvedas de arcos apuntados que llaman la atención... ¡Pero es que las termas romanas son una pasada! No solo ves las termas, sino también un museo lleno de piezas romanas encontradas allí. Pensar que estás pisando los mismos lugares que, hace 2.000, pisaron los romanos, imaginar como sería vivir en esa época y acudir a las termas, así como aprender más cosas sobre esa interesante civilización... No hay palabras. Después de 3 años disfrutando de la asignatura de latín y estudiando cómo vivían los romanos, visitar las termas fue impresionante. Me sabía de memoria las partes del recinto, las salas, el funcionamiento... y verlo en persona, estar dentro sintiendo el calor y la humedad en el ambiente, fue algo que no olvidaré.

El miércoles 11 fuimos a ver el musical de The Lion King. Objetivamente, es un musical que hay que ver. Más allá de la historia y las canciones, lo verdaderamente alucinante es el vestuario y el decorado. Es una preciosidad, en serio, y se nota que hay muchísimo trabajo detrás.

El jueves 12... ¡Hicimos el tour por los Estudios de Harry Potter!
¿Por donde empiezo? Compramos el billete que incluía autobús desde Londres y entramos en el turno de la una del mediodía.
Mientras esperas en la cola para entrar, puedes ver el hueco de la escalera donde dormía Harry, así como un par de paneles con alguna cita de J. K Rowling o algún dato interesante.

Una vez entras, primero pasas a una sala con 8 paneles en los que aparecen los distintos carteles de las películas de Harry Potter y, antes de pasar a la siguiente sala, un guía pone un vídeo acerca del fenómeno de Harry Potter.

Luego, entras en una sala de cine y ves un vídeo en el que aparecen los tres protagonistas y te dan la bienvenida. Al final del vídeo, la pantalla desaparece para dar lugar a una robusta y conocida puerta tras la cual se encuentra el ¡Gran Comedor! Para dejar espacio, solo hay dos mesas en vez de cuatro y se pueden ver los uniformes de cada casa, así como la chimenea y la mesa de los profesores.

Una vez visto el Gran Comedor, accedes a una sala enorme con muchísimas cosas para ver, como el banquete que aparece en Harry Potter y el Caliz de Fuego, el dormitorio de los chicos, la sala común de Gryffindor, el aula de pociones, La Madriguera, la cabaña de Hagrid, parte del Ministerio de Magia, el despacho de Umbridge y vidrieras con todo tipo de objetos que han aparecido en las películas.

Después, sales al exterior y encuentras el Autobús Noctámbulo, la moto voladora de Sirius Black, el coche de los Weasley, piezas del ajedrez que aparece en Harry Potter y la Piedra Filosofal... y puedes tomar la famosa cerveza de mantequilla.
En la siguiente sala puedes ver los mecanismos de algunos objetos como esos libros tan "adorables" que aparecen en Harry Potter y el Prisionero de Azkaban, así como mesas con algunos instrumentos y maquillajes que usaron para caracterizar a los personajes y para crear todas las criaturas que aparecen en las películas.


Luego pasas al Callejón Diagón, con todos los escaparates de las tiendas que son una pasada.

Finalmente, pasas por un pasillo de maquetas pequeñitas de todos los lugares que aparecen en las películas, hasta llegar a una gran maqueta llena de detalles que es la que vimos en las primeras películas.
El tour termina con la tienda de Ollivanders y con la tienda de los estudios, que es enorme.


El  viernes 13 fuimos de museos: Victoria and Albert, Natural History y Science Museum. Sin duda, el más divertido fue en Natural History Museum. Aunque los tres merecen la pena.

El sábado 14 pasamos el día con la familia y el domingo 15 fuimos a Windsor, pero no entramos en el castillo sino que paseamos por allí, que es un lugar muy bonito.

El lunes 16, que justo llovió todo lo que no había llovido en la semana que llevábamos allí, decidimos ir a la Tower of London, cruzar el Tower Bridge e ir paseando al lado del Támesis hasta llegar al Shakespeare's Globe y al Millennium Bridge. Como hacía mal tiempo, arrastré a mi compañera al cine y fuimos al que nos habían recomendado que estaba en Leicester Square. Luego, mi compañera se fue y yo quedé con Aineric, que había llegado a Londres el domingo, para ver King's Cross y St Pancras.

El martes 17 era nuestro último día allí así que lo aprovechamos bien. Por la mañana volvimos a Covent Garden y estuvimos paseando por el Soho y calles de alrededor hasta la hora de comer, que fuimos a Trafalgar Square para encontrarnos con Aineric e ir a comer a St James Park. Allí cogimos fuerzas para la tarde que nos esperaba. Luego, subimos por Green Park y Hyde Park hasta llegar a Oxford Street y, una vez allí, cogimos James Street para ir a la casa de Sherlock Holmes, en Baker Street, pero ya estaban cerrando y no pudimos entrar. Así que decidimos descansar y pasear por Regent's Park, que es otro parque precioso y lleno de patos y ardillas que se nos acercaban.

El miércoles 18, como nuestro avión salía por la tarde, fuimos por la mañana a Crouch End con la madre de nuestra familia allí y tomé un chocolate caliente con nubes que estaba riquísimo. Luego llegó la hora de las despedidas, y de volver a Valencia tras dos semanas increíbles en Londres.