Título: Ojos azules en Kabul
Autor: Anabel Botella
Precio: 15.90€
Precio: 15.90€
Páginas: 370
Editorial: Plataforma Neo
Publicación: 2013
ISBN: 9788415750628
Publicación: 2013
ISBN: 9788415750628
Sinopsis
A Saira nunca le ha gustado su aspecto. Es rubia, tiene los ojos azules y todos la llaman kharami, o lo que es lo mismo, bastarda. Vive en Afganistán con su hermana, su madre y su abuelo, y cree tener ocho años. Cuando Ramin −un hombre cruel y fiel seguidor de los talibanes− entra en su vida, la desgracia se adueña del destino de su familia para siempre.
Pero todo no está perdido para Saira. La pequeña logra viajar a Valencia gracias a las tropas españolas y crece envuelta en el cariño de su familia de acogida, aunque las pesadillas de su pasado no dejan de visitarla. Cuando Pablo le ofrezca la posibilidad de abrirse al amor, ¿conseguirá sanar las heridas de su niñez y empezar a ser feliz?
Reseña
Eleidhunita
Solo digo que tus jefazos no pueden felicitarte por cada foto terrible que les muestras y luego dormir como si tal cosa. Saben que la noticia de una niña que ha sido mutilada cuando trataba de escaparse de su marido vende más ejemplares que la de dos tribus que han sellado un acuerdo de paz. Eso se llama hipocresía.
Ojos azules en Kabul... a ver por dónde empiezo...
Cuando salió la sinopsis de este libro, yo, que había leído Mil soles espléndidos de Khaled Hosseini, comenté con mis amigos que era un tema complicado. Según cómo lo escribiera, podía quedar muy bien, o muy mal. Además, al tratarse de una novela juvenil, tenía que ser lo suficientemente dura para tratar el complicado tema de la situación de las mujeres en los países árabes, pero tampoco podía pasarse.
Para mi sorpresa, y creo que para la de muchos, Anabel se ha superado y ha bordado esta parte de la historia. No solo ha conseguido hacernos sentir parte de un país y una cultura que ni siquiera es la suya, sino que también ha creado unos personajes y una historia que nos llena de emoción, tristeza, alivio, impotencia... y sobre todo nos hace sentir mucha ternura hacia Saira.
El libro se podría dividir en dos partes que son tan diferentes que parecen dos novelas distintas. La primera parte es a la que me he estado refiriendo antes y es la historia de Saira en Kabul. La segunda parte, de la que hablaré luego, es la de Valencia.
La primera parte, como ya he dicho, es una pasada. Merece la pena, en serio. Todo está muy cuidado, la historia, los personajes, la manera de escribir... Os encariñaréis muchísimo con Saira, su madre y su hermana, y sufriréis con ellas todas las animaladas de Ramin, pero también disfrutaréis con los momentos emotivos, felices... Todos los personajes de esta parte están bien hechos y tienen su personalidad bastante bien definida. Si el libro solo tratara de la historia de Saira en Kabul, sería maravilloso, de verdad.
¿Qué sabrían esas mujeres de lo que pasaba en aquella casa si hasta el día anterior apenas las conocían? ¿Cómo podían hablar con tanta ligereza de cómo las educó Hamid? ¿Por qué consentían las mujeres las injusticias contra otras mujeres? Era como si todo lo que no les tocaba a ellas, o sea, ser maltratadas, no existiera en realidad; cerraban los ojos y negaban la evidencia.
Sin embargo... la segunda parte de la novela, la de Valencia... A ver cómo digo esto sin ser demasiado bruta...
Hace casi una semana que me terminé el libro y sigo sin entender qué le pasó a Anabel para darle semejante giro a la historia y empezar a meter tramas y elementos que no aportan mucho a la historia de Saira y que resultan algo forzados, como un embarazo adolescente, un tumor cerebral, o la historia de Isabel.
La historia de amor entre Saira y Pablo, es bonita, y Pablo me encanta, pero es un poco rápida... Es muy "se ven, se miran a los ojos, y ya están locamente enamorados".
Sin embargo, si algo me chocó mucho, fue Fabián. Sinceramente, no he visto personaje más estereotipado que este. Él es homosexual, con bastante pluma, que quiere ser diseñador de moda, y hay un momento en el que Saira mira su correo y tiene un email de este chico recordándole que al día siguiente lleve a clase el pañuelo que le prestó. Es un tópico detrás de otro y todos los que tenemos amigos homosexuales sabemos que no son así. Por eso no entiendo como, justamente Anabel, ha puesto en su novela a un personaje así.
Afortunadamente, en el epílogo Anabel recupera la esencia de la primera parte y esas páginas son preciosas.
Yo lo siento, de verdad, pero esas 150 páginas fastidian una novela que podría haber sido maravillosa.
Odio escribir reseñas negativas, y mucho menos de alguien que conozco, y los que seguís el blog lo sabéis. Me encantaría escribir que este libro es maravilloso, precioso, y un montón de adjetivos positivos y efusivos que he leído en otras reseñas, y olvidarme de la parte de Valencia. Pero es que yo ya había leído antes una novela que trata el mismo tema, ya sabía lo que es la situación de las mujeres en Kabul, así que, aunque la primera mitad de Ojos azules en Kabul me encantó, igual no me impresionó tanto como a los demás, y eso hizo que le diera más importancia a la segunda parte. No lo sé, me sabe mal haber escrito esta reseña, pero es que no quiero mentir, y mucho menos en el blog. Vosotros esperáis que sea sincera, y me parece injusto mentir y decir cosas que no pienso solo para agradar a unos pocos.
En resumen, Ojos azules en Kabul está bien y merece la pena, pero básicamente por la parte de Saira en Kabul. Es una historia preciosa, de verdad. Pero tened en cuenta que hay 150 páginas muy del estilo de Moccia o Blue Jeans. Si queréis leerlo, yo os animo porque la parte de Kabul es muy buena. Pero si sois de los que odiáis la forma de escribir de los autores que he dicho antes... pensadlo bien.
Para cambiar el mundo primero tienes que cambiar tú. Dime, ¿de qué tienes miedo?
NOTA FINAL:
Estoy de acuerdo contigo. Fue un cambio muy grande entre las dos partes de la historia, hubiera sido precioso si la narración de la segunda parte fuera igual que la primera, pero así es como que queda un poco cojo el libro u.u
ResponderEliminarAunque sí, el epílogo es genial y a mí me hizo quedarme con un buena sensación :)
Hola!!
ResponderEliminarEs un libro que me llama muchisimo, anque tenga esa parte que no te gusto y que hizo perder puntos, me gustaria leerlo.
Un beso!!
Muchas gracias por la reseña, Elena. Sólo un inciso. No creo que mi manera de escribir se parezca a la de Moccia o a la de Blue Jeans, pero aunque se pareciera, para mí no es algo malo, al contrario. Admiro mucho a Blue Jeans y admiro ver hasta dónde ha llegado. En cualquier caso sería un honor para mí que se me comparara
ResponderEliminarNo lo decía como algo malo, en absoluto. Simplemente es que ellos tienen un estilo particular de contar las cosas, haciendo continuas referencias a sitios, novelas, películas... y describiendo situaciones cotidianas. No es ni bueno, ni malo. Hay gente a la que le gusta, y gente a la que no. La segunda mitad de Ojos azules en Kabul es bastante así, llena de descripciones y de referencias a elementos muy conocidos por los lectores, como el messenger, la blackberry, Los juegos del hambre...
EliminarNo sé, tu estilo tampoco es igual que el de Blue Jeans, pero sí que tenéis cosas en común, la verdad.