Vosotros que leéis tanto, ¿nunca os ha pasado que hay días, semanas o meses que no os apetece leer y os preocupáis porque no sabéis qué os pasa? Seguro que sí, porque se le empieza a dar nombres... A mí me gusta usar el de "bajón lector". Pero... ¿existe realmente?
La lectura es, o debería ser, sobre todo una afición. Vale, si estudias filología o tienes un blog literario o..., se convierte en algo más. Pero, al fin y al cabo, leer es algo que nos gusta, no una obligación.
Ahora pensemos en otras aficiones, como... ver películas, o hacer repostería. Son cosas que hacemos cuando tenemos tiempo y nos apetece, independientemente de la frecuencia con que las realicemos. Es decir, yo puedo decir "me gusta cocinar" y a lo mejor lo hago una vez al mes, o de repente me da por hacer bizcochos y galletas varias veces en una semana. Igual ocurre con las películas. Puedo pasarme mucho tiempo sin ver películas, y de repente pasarme una semana viendo películas. Y no me preocupo cuando no lo hago pensando "Ay, ahora no me apetece ver películas..." "Debería ver más películas...". Vale, a veces sí lo pienso, pero no supone una preocupación constante.
Sin embargo con los libros parece que es diferente. Es como si el hecho de considerarse "lector" implique tener que leer todos los días. Si resulta que lees libros esporádicamente y dices que te gusta leer, puedes ser infravalorado por los que leen diariamente. O te infravaloras tú misma al compararte con esas personas, que también puede ser. Con Internet y la blogosfera, foros o redes sociales, la lectura ha pasado de ser algo individual a convertirse en algo colectivo donde todos podemos ver o hacernos una idea de la cantidad de libros que se lee cada persona al mes o al año. Antes, tú podías leer 20 libros al año y ser más feliz que una perdiz. Ahora, ves eso y te parece poco comparado con lo que lee "la mayoría". Entonces piensas que deberías leer más y te propones leer... 50/100 libros al año. Al principio está bien porque te motivas y lees más y por lo tanto descubres más libros y disfrutas mucho. Entonces, un día ves que no te apetece leer, y pasa el tiempo y sigues sin tener ganas y se te acumulan lecturas y te agobias. Te fuerzas a leer, pero es casi peor. Y te preocupas y piensas "¿qué me pasa? ¡Si a mí me gusta leer!" y tienes como una presión rara encima.
Vamos a ver, si el día tiene 24 horas y la mayoría de ellas las pasas durmiendo, comiendo, haciendo tareas, estudiando/trabajando y estudiando. Realmente no te queda tanto tiempo libre. Y si tienes varias aficiones, que es lo normal, lo tienes difícil. Puedes quitarle tiempo al estudio para leer, que es claramente lo que yo hago, pero te sientes culpable y no disfrutas tanto. Si no haces eso, es probable que haya temporadas que prefieras hacer más cosas aparte de leer y les des más prioridad. A mí no me parece mal y no pienso que alguien sea menos lector por pasarse semanas sin leer.
El problema es que, generalizando, a todos nos gusta criticar. A veces sin ser del todo conscientes, tenemos una especie de prejuicio y menospreciamos a gente, normalmente chicas, por leer poco y solo los libros de moda o las novelitas románticas famosas. Aunque casi todos hemos leído esos libros en realidad. No las consideramos lectoras, las consideramos... Otras cosas.
Entonces nosotros tenemos que desmarcarnos de eso para no ponernos esas etiquetas. Y eso acaba convirtiendose a veces en una presión de la que ni nos damos cuenta, hasta que nos encontramos en una temporada en la que leemos nada o muy poco. Entonces le ponemos un nombre como "bajón lector" o "pereza lectora", que como veis lleva la palabra (¿o debería decir el lexema? No porque no lo es, bueno, es igual, se entiende) "lector" incluida, para seguir sintiéndonos "lectores" y mantener nuestro... ¿orgullo? ¿elitismo? intacto (¡Uy! ¡Ahí tengo un tema muy interesante para otra entrada!).
Está genial proponerse retos de lectura porque motivan mucho y a veces hacen que disfrutemos más de la lectura. Pero no hay que olvidarse de que, al final, la lectura no deja de ser algo que nos gusta. No trato de menospreciarla, me ha aportado y me aporta muchísimas cosas buenas, sobre todo amigos y un club de lectura maravilloso, pero pienso que a veces se la mitifica demasiado.
En fin... No sé si esta entrada tiene sentido o es caótica, pero bueno... Lo que me gustaría remarcar de aquí es que a veces le damos demasiada importancia a lo de leer diariamente y a priorizar la lectura sobre el resto de nuestras aficiones para sentirnos mejores "lectores" y nos olvidamos de que lo importante es disfrutar leyendo, y no nuestra cantidad de libros leídos al año. Por supuesto, esta es mi opinión y estoy generalizando. Cada uno es distinto y habrá mil puntos de vista sobre este tema.
¿Vosotros qué pensáis?
PD: Esta entrada la hice en clase de filosofía. Si no tiene sentido, no es culpa mía.
Elena Pequeña sufre bastante esa pereza lectora.
ResponderEliminarYo estoy de acuerdo contigo, porqye ne ha pasado alguna que otra vez xD Y lo de sentirme mal porque otros leen más que yo también.
Odio cuando me pasa eso y no porque me sienta obligada a leer sino porque quiero volver a sentir lo que sentía mientras leía una novela que me enamoró y no tengo ganas de leer. Hace poco pasé por un bajón lector y básicamente fue porque los últimos libros que había leído no me habían acabado de convencer, me gustaban pero no tanto y se me fueron las ganas de leer. Ahora con el blog me presiono un poco más al leer, cosa que tampoco es buena porque acabo leyendo menos u.u
ResponderEliminarY lo de los prejuicios lectores... sí, lo conozco bien. Básicamente porque yo, sin darme cuenta ni queriendo, los tengo. Digo: estas no son lectoras, solo leer los libros juveniles del momento y au y muchas veces no es cierto o mejor dicho, no debería llamarlas no-lectoras porque al menos han hecho el esfuerzo de leer algo.
Me ha gustado mucho la entrada, hay mucha verdad en ella :)
Un beso enorme!
Justo hace unos días me he recuperado de eso, después de dos semanas en las que no conseguía pasar de un par de páginas... Pero he vuelto a renacer y ya me he terminado dos de ellos xDD.
ResponderEliminarMe pasa cuando leo una novela que no me está gustando. El último caso fue con Loba (la novela ganadora del Gran Angular) que me duró desde agosto hasta hace un par de semanas. Y es cierto, yo me preguntaba "Joder, si a mí me gusta leer. Y la fantasía. ¿Por qué no soy capaz de leer más de 10 páginas seguidas?" Llegué a dejar Loba apartada y leer otras novelas entre medias y me sentía culpable, como si estuviese engañando a la novela, y eso hacía que tampoco disfrutase del resto de historias que tomaba entre medias. Libros que por lo general me durarían una semana, como mucho, me los leí en casi un mes.
ResponderEliminarHe tenido suerte porque hoy me ha llegado Live de Javier Ruescas a casa y, como quiero sacar la reseña rápido porque me lo ha mandado la editorial, he leído ya casi 50 páginas. Llevaba tiempo sin leer tanto en un día que ya se me había olvidado de lo que es disfrutar de un libro.
Ahora que la afición me ha vuelto seguro que leo más y disfruto más con los libros que lea. Y espero no encontrarme con otro "Loba" en muchos años.
Un saludo,
EPI el Anónimo
www.laestanterialiteraria.com
Entonces ¿La solución a nuestros problemas es abandonar las lecturas aburridas? Yo creo que sí. No hay ninguna obligación en acabarme todas las novelas que no me gustan, porque estoy invirtiendo un tiempo que no es provechoso para mí cuando podría estar leyendo miles de cosas diferentes y mejores. Peeeeeero... dejar una novela a medias, por aburrida-mala que sea me hace daño. Bufff, que dilema.
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