Sueños golosos (I): Bolas de donuts

¡Hola a todos! 

¡Hoy os traemos una nueva sección muy dulce!

Resulta que otra de las grandes pasiones de Eleidhunita es trastear por la cocina en busca de una merienda (o desayuno) muy dulce, muy colorida, y muy rica. Y el otro día, descubrió por aquí varios blogs de cocina creativa, que es como ha descubierto que se llama lo que a ella le gusta hacer en la cocina, y se enamoró de algunas de las recetas. Así que este año ha decidido ponerse más en serio con su divertida afición hasta conseguir algo que se parezca mínimamente a las preciosidades que pululan por Internet ^^

Os presento a las ¡Bolas de donuts!
Sepan o no sepan a donuts, están riquísimas y son bastante más fáciles de hacer que los donuts.
Encontré la receta en Objetivo: cupcake perfecto y, como aún recuerdo mis "chorruts"/intento de donuts del año pasado con MC, decidí probar a ver si esta vez me salía bien.
Las bolas de donuts son más fáciles básicamente porque son redonditas y chiquititas, en vez de tener forma de donut, así que son más manejables, más sencillas de freír, y entran mucho mejor que un donut enorme. En cuanto te quieres dar cuenta, te las has acabado.

Por una vez, me ceñí bastante a la receta original, pero cambié o simplifiqué algunas cosas.

Los ingredientes que necesitaréis son:

• 150 gr. de harina de fuerza
• 100 gr de harina normal
• 40 gr. de azúcar
• Un pellizco de sal
• 10 gr de levadura seca instantánea de panadería. Puedes usar en sustitución 20-25 g de levadura fresca. (Yo utilicé levadura de panadería porque de casualidad, de la vez que quise hacer donuts, tenía en casa, aunque la venden en algunos supermercados. Si no tenéis, la levadura fresca es más fácil de encontrar, venden hasta en Mercadona, pero es un poco rollo porque, a diferencia de la de panadería, caduca bastante pronto)
• 115 gr. de agua
• 1 huevo pequeño (Uno normal también sirve, yo, con los de Mercadona al menos, no veo apenas diferencia)
• 20 gr. de mantequilla
• Canela, vainilla... algo que le de un poco de sabor.

Primero hay que mezclar la harina, el azúcar, la sal, la levadura y la canela, vainilla, o lo que os apetezca (la receta en principio no lleva canela ni vainilla, pero yo le puse las dos cosas y me fue bien). Luego añadís el agua y el huevo batido y amasamos unos minutos antes de añadirle la mantequilla, muy blandita. Entonces, amasamos, en un bol es más cómodo que sobre la mesa, un rato hasta que nos quede una masa decente y sin grumitos. Hacemos una especie de bola y la dejamos tapada en el bol unas 2 horas para que doble su tamaño. 

Cuando hayan pasado las 2 horas más o menos, enharinamos un poquito bastante la mesa y estiramos la masa con ayuda de un rodillo... yo acabé dándole golpes con las manos y usé el rodillo al final, cuando ya la había estirado, para que se quedara más homogénea y de aproximadamente 1 cm de grosor, o lo que para mí es lo mismo, un poco menos que un dedo meñique. No es que sea bruta, es que la masa se me resistía, la amasaba con el rodillo, y al momento volvía a encogerse. La masa estaba muy rebelde... El caso es que mi técnica de golpear la masa y luego aplanarla con el rodillo funcionó y pude cortar círculos de, dice Alma, 5 cms de diámetro. Yo utilicé un vasito pequeño para hacer los círculos, y en realidad da un poco igual el tamaño exacto, porque luego se deforman al pasarlos a una bandeja con papel de hornear. El caso es que, cuando tengamos los círculos, los tenemos que poner en una bandeja con papel para horno y, según la receta de Alma, dejarlos reposar una media hora.

Sin embargo, al ver que no subían ni se volvían redonditos, recordad que tenemos círculos y nos tienen que salir bolas de donuts, recordé un paso que aparece en algunas recetas de donuts: ponerlos un poco en el horno para que cojan la forma que queremos. Creo que este paso es totalmente necesario para que nuestra receta salga bien y las bolas tengan la consistencia adecuada. La temperatura del horno y el tiempo es bastante a ojo, pero yo lo puse a unos 180º y tuve mis circulitos alrededor de diez minutos en el horno, aunque creo que si hubieran estado un poco más o un poco menos tampoco habría pasado nada. El caso es ir controlando el horno, y, cuando veamos que se han hinchado y parecen más bolitas que circulitos, antes de que se doren, sacarlos de ahí.

La próxima vez haré mejores fotos

Entonces, cuando ya tenemos las bolas, o igual podemos ir empezando antes para no esperar luego, ponemos en una sartén honda mucho aceite, girasol o aceite de oliva suave, a calentar. Cuando esté, vamos poniendo las bolas, controlando bien el calor para que se hagan por dentro y se doren, pero no se quemen. No os paséis con la temperatura, porque, como dice Alma, si está muy caliente, se queman por fuera y quedan crudas por dentro.

Conforme se van haciendo, las vamos colocando en un plato con papel absorbente para quitarles el exceso de aceite. Y ahora, si seguimos la receta de Alma, rellenamos las bolas con chocolate, mermelada, o lo que nos apetezca, y luego las glaseamos. Lo que pasa es que yo no sabía cómo rellenar las bolas sin que se me rompieran, así que, en vez de intentarlo, lo simplifiqué mucho.

Cuando todavía están calientes y no se han secado todavía, las rebozamos en azúcar, las ponemos en otro plato... ¡Y listo!

También podéis probar a bañarlas en chocolate, probablemente estén ricas.

Lo bueno de esta receta es que, a diferencia de los cupcakes o las tartas, ¡las bolas de donuts me gustan! Eso es genial porque no solo disfruto haciéndolas, sino también comiéndomelas. Molan porque, como la masa no es muy dulce, no resultan nada empalagosas. El azúcar de fuera es lo que les da más sabor a dulce, y se produce una combinación muy guay. En serio, están muy muy ricas. ¡Tenéis que probarlas!